El otro día, quería hacer una salsa carbonara, pero cuando ya lo tenía todo a medio preparar descubrí que no me quedaba nata, ni crema de leche ni nada parecido (aunque para hacer cultureta, saber que la carbonara original se hacía con yemas de huevo). Así pues me tocó improvisar con lo que había en la nevera.
INGREDIENTES:
2 cucharadas de harina
2 cucharadas de mantequilla o margarina
Bacon o panceta en trocitos pequeños (cantidad al gusto)
Leche (aproximadamente 0.4-0.5 l) en este caso sólo tenía desnatada
Queso de sabor intenso (yo utilicé Roncal)
PREPARACIÓN:
Deshacemos la mantequilla en una sartén y añadimos la harina. Removemos para deshacer los grumos (yo recomiendo siempre que se hace una bechamel o similar, hacerlo con un tenedor de madera). Una vez conseguida una pasta dorada (Roux) podemos añadir la leche poco a poco hasta obtener una bechamel ligera. Mientras tanto en una sartén doramos el tocino.
Rallamos el queso (yo puse dos filos y quizás quedó demasiado fuerte) los añadimos a la sartén y también ponemos el tocino. Removemos a fuego suave para que se derrita bien el queso. Ya la tenemos lista para servir
NOTAS:
Si no usamos la salsa inmediatamente espesa fuerza, así que mejor hacer un poco más liquida y el momento de servir calentar bien.
Yo no le puse sal, ya que el queso y el tocino son productos salados, pero para darle un toque le añadí un poco de nuez moscada.
